A la comunidad argentina en “la diáspora”.

A todos aquellos que partieron un día, huyendo de las crisis o en pos de un sueño. A quienes añoran algún rincón de nuestro suelo. A quienes dejaron atrás familiares y amigos. Les entrego este puñado de cuentos con la esperanza de que les sirvan como maná para el espíritu, de que se sientan identificados con algunos de los relatos y de que compartan conmigo sus comentarios y sus propias anécdotas para convertirlas en nuevas historias.

miércoles, 25 de abril de 2007

Doña Pancha en lo de las hnas. Doroteas


Durante una visita a la casa de las hermanas Doroteas – a la izquierda de espalda, la hermana Eulalia –, doña Pancha canta su alegría. “Usté sabe, ch´amiga, que me gusta cantar che agradecimiento, con la purahéi ´e la Mercedes Sosa, “Gracias a la vida”. Pero este ej una versión clonáa, no si no!”

Gracias a la Vilma, que me vende al fiado
Tengo dos morcillas, tres tiras di asado.
Y pa´ dir al baile, también mi ha mandado
Un par de tamangos medio baquetiados,
Y ese litro ´e tinto que ya me lu hi tomado.